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Questões de Concursos Instituto Rio Branco

Resolva questões de Instituto Rio Branco comentadas com gabarito, online ou em PDF, revisando rapidamente e fixando o conteúdo de forma prática.


1841Q1012420 | Geografia, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

A respeito da expansão colonial e do pensamento geográfico, julgue o seguinte item.

A obra de Alexander Von Humboldt, pioneiro na compreensão do equilíbrio dos ecossistemas e dos perigos da ação antrópica sobre estes, foi um marco na renovação do pensamento geográfico, tendo inaugurado uma nova forma de compreensão do espaço geográfico.

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1842Q1011167 | Relações Internacionais, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

Provocadas em grande parte pela ação antrópica, as ameaças ao meio ambiente de que são testemunho os frequentes distúrbios climáticos relacionados ao aquecimento global são crescentes. Embora a primeira grande conferência sobre o assunto tenha sido realizada pelas Nações Unidas em Estocolmo no ano de 1972, só nos últimos anos o tema ganhou grande importância na agenda internacional. Tendo em vista o papel relevante que o Brasil tem desempenhado nesse contexto, julgue o item que se segue.

Na 30.ª Conferência das Nações Unidas sobre Mudanças Climáticas (COP30), a ser realizada em Belém do Pará no mês de novembro deste ano, deve ser lançado o Fundo de Florestas Tropicais Para Sempre (TFFF), com vistas a remunerar as nações que preservem os biomas tropicais, com o qual, diferentemente do que ocorre com os fundos tradicionais, se pretende captar recursos no mercado a juros reduzidos e reinvesti-los em projetos que gerem lucro.

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1843Q1011179 | Economia, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

Texto associado.
A política monetária não convencional tem sido utilizada por países em contextos econômicos desafiadores. O Federal Reserve (FED), o Banco Central Europeu, o Banco da Inglaterra e o Banco Central do Brasil já a utilizaram no enfrentamento de crises financeiras.

A partir do texto apresentado, julgue o item a seguir.

A prática de juros negativos sobre as reservas bancárias foi utilizada como instrumento de política monetária não convencional durante a crise financeira internacional de 2008, com o objetivo de estimular a economia.

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1844Q1011182 | Economia, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

Texto associado.
A política monetária não convencional tem sido utilizada por países em contextos econômicos desafiadores. O Federal Reserve (FED), o Banco Central Europeu, o Banco da Inglaterra e o Banco Central do Brasil já a utilizaram no enfrentamento de crises financeiras.

A partir do texto apresentado, julgue o item a seguir.

A política monetária não convencional praticada pelos bancos centrais utiliza instrumentos de estímulo à economia voltados a melhorar as condições financeiras e de acesso ao crédito e, assim, resultar em aumento do gasto e do investimento.

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1845Q1020145 | Espanhol, Interpretação de Texto Comprensión de Lectura, Espanhol e Francês, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE

Texto associado.

Texto I

Alcobaça

Llegué desde Lisboa a la estación de Valado, ya de noche, y de Valado a Alcobaça me llevó un desvencijado cochecillo. Distraje el frío y la soledad imaginándome lo que sería aquel camino envuelto entonces en tinieblas: ¿por dónde vamos?

Y fue en un hermoso amanecer de fines de noviembre, en verdadero veranillo de San Martín, cuando salí a ver el histórico monasterio de Alcobaça, cenobio de bernardos en un tiempo.

Doraba el arrebol del alba las colinas, yendo yo derecho al monasterio, la fachada de cuya iglesia atraía mi anhelo. Esta fachada, severa, pero poco significativa, se abre a una gran plaza tendida a toda luz y todo aire. Al entrar en el templo, me envolvió una impresión de solemne soledad y desnudez. La nave, muy noble, flanqueada por sus dos filas de columnas desnudas y blancas; todo ello algo escueto y algo robusto. Allá, en el fondo, un retablo deplorable, con una gran bola azul estrellada y de la que irradian rayos dorados. Las naves laterales semejan desfiladeros. Y me encontraba solo, y rodeado de majestad, como bajo el manto de la Historia.

Vagando fui a dar a la sala de los Reyes. Los de Portugal figuran en estatuas, a lo largo de sus paredes. En el centro, un papa y un obispo coronan a Alfonso Henriques, el fundador de la Monarquía, arrodillado entre ellos. Hay en la sala un gran calderón, que el inevitable guardián-cicerone, que acudió al oír resonar en la soledad pasos, me dijo haber sido tomado a los castellanos en Aljubarrota. Me asomé a su brocal; estaba vacío.

De esta sala pasé al claustro de Don Dionís, hoy en restauración. Hermoso recinto, nobilísimo y melancólico. El agua de la fuente canta la soledad de la Historia entre las piedras mudas de recuerdos, y un pájaro cruza el pedazo de cielo limpio, de caída de otoño, cantando ¿quién sabe a qué? Las piedras se miran en la triste verdura del recinto.

Y luego pasé a ver el otro claustro, más vivido, más casero, el llamado del Cardenal, donde hoy hay un cuartel de artillería. Todo el antiguo convento de monjes bernardos me lo enseñó un sencillo campesino con uniforme de soldado de artillería. El pobre mozo sólo veía allí el cuartel, sin saber nada de monjes. «Aquí hacemos el ejercicio, aquí es el picadero, aquí…», etc. En la puerta de lo que fue antaño biblioteca, decía aquello de los proverbios:viam sapientiae mostrabo, «te enseñaré el camino de la sabiduría». Y me la enseñó un recluta portugués, pero estaba vacía, y no era camino, sino sala. Quería luego enseñarme, ¡claro es!, las piezas, los cañones.

Me volví a la iglesia, ahora con el guardián. Mostrome el altar en que se representa la muerte de San Bernardo, escena algo teatral, que parece de un gran nacimiento de cartón, de esos de Navidad, pero no sin su efecto. Un fraile pétreo llora eternamente, llevándose el blanco manto a los ojos, no sé si la muerte de su santo padre San Bernardo o la trágica historia de Inés de Castro. Porque enfrente de este altar cierra una pobrísima verja de madera la capilla en que descansan por fin los restos de la infortunada amante de Don Pedro I.

Me llevó el guardián ante los túmulos de Don Pedro, de Inés y de sus hijos, y le pedí que se fuera dejándome solo. En mi vida olvidaré esta visita. En aquella severísima sala, entre la grave nobleza de la blanca piedra desnuda, a la luz apagada y difusa de una mañana de otoño, las brumas de la leyenda embozáronme el corazón. Una paz henchida de soledades parece acostarse en aquel eterno descansadero. Allí reposan para siempre los dos amantes, juguetes que fueron del hado trágico. Como aves agoreras veníanme a la memoria los alados versos de Camões al contemplar el túmulo de la

mísera e mesquinha

que depois de ser morta foi rainha.

Porque el puro Amor

que os corações humanos tanto abriga.

Os Lusíadas, canto III, 118-119.


quiere, áspero y tirano, bañar sus aras en sangre humana.

Descansan en dos pétreos túmulos Pedro el duro, el cruel, el justiciero, el loco tal vez, y la linda Inés, y descansan de tal modo que si se incorporaran daríanse las caras y podrían otra vez más beberse uno al otro el amor en los ojos.

Seis alados angelillos guardan y sostienen la yacente estatua de Inés, y otros seis, la de Don Pedro; a los pies de ella duerme uno de los tres perrillos que hubo allí en otro tiempo, y a los pies de él, un gran lebrel, símbolo de la fidelidad. La tumba de él sostiénenla leones; la de ella, leones también, pero con cabezas de monjes. En las tablas del sepulcro de Inés, la pasionaria, esclava del amor, escenas de la Pasión de Cristo, del que perdonaba a la que mucho pecó por haber amado mucho; en la tabla cabecera, la Crucifixión, y en la de los pies el Juicio Final, en cuyo cielo hay una mujer. Las tablas del sepulcro de Don Pedro nos enseñan el martirio de San Bartolomé. Él, Don Pedro, con cara plácida con cabello y barbas a la asiria, sostiene su dura espada sobre su pecho.

Y pesa allí el aire de tragedia.

Allí está lo que queda de aquel Don Pedro I de Portugal, un loco con intervalos lúcidos de justicia y economía, como de él dijo Herculano; aquel hombre, para quien fue una manía apasionada la justicia, y que hacía de verdugo por su mano. Él, el adúltero, odiaba con odio singular a los adúlteros. ¿Sería el remordimiento? Allí descansa de sus justicias, de sus nemródicas cacerías; allí descansa, sobre todo, de sus amores. Allí descansa el tirano plebeyo, a quien adoró su pueblo.

Cuando volvía en barcos de Almada a Lisboa, la plebe lisbonense salía a recibirle con danzas y trebejos. Desembarcaba e iba al frente de la turba, danzando al son de trompetas, como un rey David. Tales locuras apasionábanle tanto como su cargo de juez. Ciertas noches, en el palacio, perseguíale el insomnio; levantábase, llamaba a los trompeteros, mandaba encender antorchas, y helo por las calles, danzando y atronando todo con los berridos de las trompetas. Las gentes, que dormían, salían con espanto a las ventanas a ver lo que era. Era el rey. ¡Muy bien, muy bien! ¡Qué placer verle tan alegre!

Oliveira Martins. História de Portugal. libro II, capítulo III.


¿No recordáis la historia trágica de sus amores con Inés, que Camões, más que otro poeta, ha eternizado? Allá hacia 1340 fue la linda Inés de Castro, la gallega, a Portugal como dama de la infanta Constanza, la mujer de Pedro, el hijo de Alfonso VI. Y fue la «mujer fatal», que diría Camilo. El hado trágico les hizo enamorarse; aquel amorch’a null amato amar perdona, como dijo el poeta de La Divina Comedia. Tuvieron frutos de los trágicos amores; intrigas de Corte y de plebe hicieron que el rey Alfonso mandara matar a su nuera, pues viudo de Constanza, Pedro casó luego en secreto con Inés, que fue apuñalada en Coimbra.

As filhas do Mondego a morte escura

longo tempo chorando memoraram,

e, por memória eterna, em fonte pura

as lágrimas choradas transformaram,

o nome lhe puseram, que inda dura

dos amores de Inês, que ali passaram.

Vede que fresca fonte rega as flores,

que lágrimas são a água e o nome Amores.

Os Lusíadas, canto III, 135


Y cuando luego fue rey Pedro, cuenta la leyenda que mandó desenterrar a Inés y coronarla reina, y habiéndose apoderado de sus matadores, los torturó bárbaramente, viendo desde su palacio, mientras comía, en Santarém, cómo los quemaban. Y esto podéis leerlo en el viejo y encantador cronista Fernán Lopes, que nos lo cuenta todo homéricamente, con una tan animada sencillez, que es un encanto.

Nos lo cuenta todo menos lo de la exhumación y coronamiento, que parece ser leyenda tardía, pero muy bella. Y en el fondo, de una altísima verdad trascendente.

Esa pobre Inés, que reinó después de morir… Y ¡de morir por haber amado con amor de fruto, con amor de vida! ¡Qué reino y qué reina!... Reina, sí, reina en el mundo de las trágicas leyendas, consuelo de la tragedia de la vida; reina con Iseo, la de Tristán; reina con Francesca, la de Paolo; reina con Isabel, la de Diego.

Miguel de Unamuno. Por tierras de Portugal y de España.

De acuerdo con el texto,

en el interior del templo sobrecoge su gran ornamentación.

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1846Q1020147 | Espanhol, Interpretação de Texto Comprensión de Lectura, Espanhol e Francês, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE

Texto associado.

Texto I

Alcobaça

Llegué desde Lisboa a la estación de Valado, ya de noche, y de Valado a Alcobaça me llevó un desvencijado cochecillo. Distraje el frío y la soledad imaginándome lo que sería aquel camino envuelto entonces en tinieblas: ¿por dónde vamos?

Y fue en un hermoso amanecer de fines de noviembre, en verdadero veranillo de San Martín, cuando salí a ver el histórico monasterio de Alcobaça, cenobio de bernardos en un tiempo.

Doraba el arrebol del alba las colinas, yendo yo derecho al monasterio, la fachada de cuya iglesia atraía mi anhelo. Esta fachada, severa, pero poco significativa, se abre a una gran plaza tendida a toda luz y todo aire. Al entrar en el templo, me envolvió una impresión de solemne soledad y desnudez. La nave, muy noble, flanqueada por sus dos filas de columnas desnudas y blancas; todo ello algo escueto y algo robusto. Allá, en el fondo, un retablo deplorable, con una gran bola azul estrellada y de la que irradian rayos dorados. Las naves laterales semejan desfiladeros. Y me encontraba solo, y rodeado de majestad, como bajo el manto de la Historia.

Vagando fui a dar a la sala de los Reyes. Los de Portugal figuran en estatuas, a lo largo de sus paredes. En el centro, un papa y un obispo coronan a Alfonso Henriques, el fundador de la Monarquía, arrodillado entre ellos. Hay en la sala un gran calderón, que el inevitable guardián-cicerone, que acudió al oír resonar en la soledad pasos, me dijo haber sido tomado a los castellanos en Aljubarrota. Me asomé a su brocal; estaba vacío.

De esta sala pasé al claustro de Don Dionís, hoy en restauración. Hermoso recinto, nobilísimo y melancólico. El agua de la fuente canta la soledad de la Historia entre las piedras mudas de recuerdos, y un pájaro cruza el pedazo de cielo limpio, de caída de otoño, cantando ¿quién sabe a qué? Las piedras se miran en la triste verdura del recinto.

Y luego pasé a ver el otro claustro, más vivido, más casero, el llamado del Cardenal, donde hoy hay un cuartel de artillería. Todo el antiguo convento de monjes bernardos me lo enseñó un sencillo campesino con uniforme de soldado de artillería. El pobre mozo sólo veía allí el cuartel, sin saber nada de monjes. «Aquí hacemos el ejercicio, aquí es el picadero, aquí…», etc. En la puerta de lo que fue antaño biblioteca, decía aquello de los proverbios:viam sapientiae mostrabo, «te enseñaré el camino de la sabiduría». Y me la enseñó un recluta portugués, pero estaba vacía, y no era camino, sino sala. Quería luego enseñarme, ¡claro es!, las piezas, los cañones.

Me volví a la iglesia, ahora con el guardián. Mostrome el altar en que se representa la muerte de San Bernardo, escena algo teatral, que parece de un gran nacimiento de cartón, de esos de Navidad, pero no sin su efecto. Un fraile pétreo llora eternamente, llevándose el blanco manto a los ojos, no sé si la muerte de su santo padre San Bernardo o la trágica historia de Inés de Castro. Porque enfrente de este altar cierra una pobrísima verja de madera la capilla en que descansan por fin los restos de la infortunada amante de Don Pedro I.

Me llevó el guardián ante los túmulos de Don Pedro, de Inés y de sus hijos, y le pedí que se fuera dejándome solo. En mi vida olvidaré esta visita. En aquella severísima sala, entre la grave nobleza de la blanca piedra desnuda, a la luz apagada y difusa de una mañana de otoño, las brumas de la leyenda embozáronme el corazón. Una paz henchida de soledades parece acostarse en aquel eterno descansadero. Allí reposan para siempre los dos amantes, juguetes que fueron del hado trágico. Como aves agoreras veníanme a la memoria los alados versos de Camões al contemplar el túmulo de la

mísera e mesquinha

que depois de ser morta foi rainha.

Porque el puro Amor

que os corações humanos tanto abriga.

Os Lusíadas, canto III, 118-119.


quiere, áspero y tirano, bañar sus aras en sangre humana.

Descansan en dos pétreos túmulos Pedro el duro, el cruel, el justiciero, el loco tal vez, y la linda Inés, y descansan de tal modo que si se incorporaran daríanse las caras y podrían otra vez más beberse uno al otro el amor en los ojos.

Seis alados angelillos guardan y sostienen la yacente estatua de Inés, y otros seis, la de Don Pedro; a los pies de ella duerme uno de los tres perrillos que hubo allí en otro tiempo, y a los pies de él, un gran lebrel, símbolo de la fidelidad. La tumba de él sostiénenla leones; la de ella, leones también, pero con cabezas de monjes. En las tablas del sepulcro de Inés, la pasionaria, esclava del amor, escenas de la Pasión de Cristo, del que perdonaba a la que mucho pecó por haber amado mucho; en la tabla cabecera, la Crucifixión, y en la de los pies el Juicio Final, en cuyo cielo hay una mujer. Las tablas del sepulcro de Don Pedro nos enseñan el martirio de San Bartolomé. Él, Don Pedro, con cara plácida con cabello y barbas a la asiria, sostiene su dura espada sobre su pecho.

Y pesa allí el aire de tragedia.

Allí está lo que queda de aquel Don Pedro I de Portugal, un loco con intervalos lúcidos de justicia y economía, como de él dijo Herculano; aquel hombre, para quien fue una manía apasionada la justicia, y que hacía de verdugo por su mano. Él, el adúltero, odiaba con odio singular a los adúlteros. ¿Sería el remordimiento? Allí descansa de sus justicias, de sus nemródicas cacerías; allí descansa, sobre todo, de sus amores. Allí descansa el tirano plebeyo, a quien adoró su pueblo.

Cuando volvía en barcos de Almada a Lisboa, la plebe lisbonense salía a recibirle con danzas y trebejos. Desembarcaba e iba al frente de la turba, danzando al son de trompetas, como un rey David. Tales locuras apasionábanle tanto como su cargo de juez. Ciertas noches, en el palacio, perseguíale el insomnio; levantábase, llamaba a los trompeteros, mandaba encender antorchas, y helo por las calles, danzando y atronando todo con los berridos de las trompetas. Las gentes, que dormían, salían con espanto a las ventanas a ver lo que era. Era el rey. ¡Muy bien, muy bien! ¡Qué placer verle tan alegre!

Oliveira Martins. História de Portugal. libro II, capítulo III.


¿No recordáis la historia trágica de sus amores con Inés, que Camões, más que otro poeta, ha eternizado? Allá hacia 1340 fue la linda Inés de Castro, la gallega, a Portugal como dama de la infanta Constanza, la mujer de Pedro, el hijo de Alfonso VI. Y fue la «mujer fatal», que diría Camilo. El hado trágico les hizo enamorarse; aquel amorch’a null amato amar perdona, como dijo el poeta de La Divina Comedia. Tuvieron frutos de los trágicos amores; intrigas de Corte y de plebe hicieron que el rey Alfonso mandara matar a su nuera, pues viudo de Constanza, Pedro casó luego en secreto con Inés, que fue apuñalada en Coimbra.

As filhas do Mondego a morte escura

longo tempo chorando memoraram,

e, por memória eterna, em fonte pura

as lágrimas choradas transformaram,

o nome lhe puseram, que inda dura

dos amores de Inês, que ali passaram.

Vede que fresca fonte rega as flores,

que lágrimas são a água e o nome Amores.

Os Lusíadas, canto III, 135


Y cuando luego fue rey Pedro, cuenta la leyenda que mandó desenterrar a Inés y coronarla reina, y habiéndose apoderado de sus matadores, los torturó bárbaramente, viendo desde su palacio, mientras comía, en Santarém, cómo los quemaban. Y esto podéis leerlo en el viejo y encantador cronista Fernán Lopes, que nos lo cuenta todo homéricamente, con una tan animada sencillez, que es un encanto.

Nos lo cuenta todo menos lo de la exhumación y coronamiento, que parece ser leyenda tardía, pero muy bella. Y en el fondo, de una altísima verdad trascendente.

Esa pobre Inés, que reinó después de morir… Y ¡de morir por haber amado con amor de fruto, con amor de vida! ¡Qué reino y qué reina!... Reina, sí, reina en el mundo de las trágicas leyendas, consuelo de la tragedia de la vida; reina con Iseo, la de Tristán; reina con Francesca, la de Paolo; reina con Isabel, la de Diego.

Miguel de Unamuno. Por tierras de Portugal y de España.

A partir de la narración,

el guía que enseña la biblioteca del cenobio es un ávido conocedor de la literatura portuguesa.

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1847Q1011195 | Economia, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

Acerca da transição da economia cafeeira para a economia industrial no Brasil, julgue o item que se segue.

A pauta da produção industrial no fim do século XIX era focada, basicamente, nas máquinas voltadas ao cultivo de café, que era a principal atividade econômica no período.

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1848Q1011012 | Português, Interpretação de Textos, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

Texto associado.
Bem antes que tentassem me convencer que a data de nascimento da modernidade era um espirro cartesiano, ou então um novo interesse empírico pela natureza que transpira das páginas do Novum Organum de Bacon, ou ainda (mais tarde e mais “marxista”) a abertura dos primeiros bancos — bem antes de tudo isso, quando era rapaz, se ensinava que a modernidade começou em outubro de 1492. Nos livros da escola, o primeiro capítulo dos tempos modernos eram e são as grandes explorações. Entre estas, a viagem de Colombo ocupa um lugar muito especial. Descidas Saara adentro ou intermináveis caravanas por montes e desertos até a China de nada valiam comparadas com a aventura do genovês. Precisa ler Mediterrâneo de Fernand Braudel para conceber o alcance simbólico do pulo além de Gibraltar, não costeando, mas reto para frente. Precisa, entre outras palavras, evocar o mar Mediterrâneo — este pátio comum navegável e navegado por milênios, espécie de útero vital compartilhado — para entender por que a viagem de Colombo acabou e continua sendo uma metáfora do fim do mundo fechado, do abandono da casa materna e paterna.

Contardo Calligaris. A psicanálise e o sujeito colonial.
In: Edson L. A. Sousa (org.). Psicanálise e colonização: leituras do sintoma
social no Brasil. Porto Alegre: Artes e Ofícios, 1999, p. 11-12 (com adaptações).

Julgue o item que se segue, relativo ao texto precedente.

Pela leitura do texto, é possível relacionar a construção da história da modernidade a uma perspectiva eurocêntrica, apesar de o Mediterrâneo fazer parte do passado e do presente de outras culturas, além da europeia.

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1849Q1011115 | Inglês, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

Texto associado.
A lack of women at decision-making tables around the world is hindering progress when it comes to tackling conflicts or improving health and standard of living, the highest-ranking woman in the UN (United Nations) has said.

“We’re half the population. And what we bring to the table is incredibly important and it’s missing”, said Amina Mohammed, the UN deputy secretary general. “I think it’s why mostly our human development indices are so bad, why we have so many conflicts and we’re unable to come out of the conflicts.”

Since her appointment in 2017, Mohammed has been a constant voice in pushing back against the under-representation of women in politics, diplomacy and even the UN general assembly. Her efforts have helped cast a spotlight on the fact that women remain relegated to the margins of power around the world; last year the global proportion of female lawmakers stood at 26.9%, according to Switzerland’s Inter-Parliamentary Union.

Speaking to The Guardian, Mohammed said “flexing muscle and testosterone” often dominated at tables of power around the world. “This win, win, win at all costs — I think that would change if women were at the table”, she said.

She acknowledged that the world had seen a handful of female leaders who had not used their position to advocate for greater peace or conflict resolution. “Fair point, we see women in power and they’re sometimes the image of men”, she said. But she described it as unfair to judge women on an individual basis while they were still within the confines of a system dominated by men. “We don’t judge men that way.”

Mohammed highlighted how many parts of society still view women in power as “about taking away, rather than adding” value. “And we have to change that mentality”, she said.

“We kept looking at the Band-aid: put the women in office, let’s have affirmative action. And we never connected the dots for women themselves to build the constituencies and to go out and vote”, she said. “So we have to have a conversation with women first. Because if we’re doing this for women, should it not be by women?”

Ashifa Kassam. Lack of women at global tables of power hinders progress, says top UN official.
In: The Guardian, 19/6/2024. Internet:: <www.theguardian.com.> (adapted).

Based on the previous text, judge the following item.

In the fourth paragraph, it can be inferred from the expressions ‘flexing muscle and testosterone’ and ‘win at all costs’ that, for Mohammed, the male dominance in political representation evokes an attitude of aggressiveness, strength, and competition.

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1850Q1011130 | Inglês, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

Texto associado.
Equipped with spiritual armor against the threats and blows of a new, strange life, literate man marches forth to win victories in war and statecraft, art and science, religion and business. But in achieving these triumphs each civilization brings into being, willy-nilly, a larger and more complex community, increasingly divided against itself by internal cleavages of needs and creeds and fraught with growing contradictions in all spheres of life between theory and practice, faith and works, ideals and realities. The new unity of sentiment and purpose which gloriously characterizes the coming of the great age proves to be short-lived.

The uneasy balance of instinct, egotism, and ethics, woefully lost with the initial transition from preliteracy to civilization and transiently regained in new devotions to tribal gods, human or divine, is again lost as the orbit of civilization moves from tribe and kingdom and nation to the complex and confusing imperium of the great society and the World State. The acids of rationalism and skepticism dissolve old loyalties. The injunctions of morality, even when reinforced by the vision of the monotheistic higher religions, conflict with reason and self-interest. Man is divided against himself. And therefore men become divided against themselves in new cleavages of rich and poor, in-group and out-group, faithful and infidel, orthodox and heterodox, my side and your side.

Frederick L. Schuman. International politics: the destiny of the
Western State System. New York: McGraw-Hill Book Company, 1948.

According to the preceding text, judge the following item.

It is correct to conclude from the meanings and the grammatical structure of the second sentence of the text that contradictions are part of the “cleavages of needs and creeds”.

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1851Q1020137 | Espanhol, Interpretação de Texto Comprensión de Lectura, Espanhol e Francês, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE

Texto associado.

Texto I

Alcobaça

Llegué desde Lisboa a la estación de Valado, ya de noche, y de Valado a Alcobaça me llevó un desvencijado cochecillo. Distraje el frío y la soledad imaginándome lo que sería aquel camino envuelto entonces en tinieblas: ¿por dónde vamos?

Y fue en un hermoso amanecer de fines de noviembre, en verdadero veranillo de San Martín, cuando salí a ver el histórico monasterio de Alcobaça, cenobio de bernardos en un tiempo.

Doraba el arrebol del alba las colinas, yendo yo derecho al monasterio, la fachada de cuya iglesia atraía mi anhelo. Esta fachada, severa, pero poco significativa, se abre a una gran plaza tendida a toda luz y todo aire. Al entrar en el templo, me envolvió una impresión de solemne soledad y desnudez. La nave, muy noble, flanqueada por sus dos filas de columnas desnudas y blancas; todo ello algo escueto y algo robusto. Allá, en el fondo, un retablo deplorable, con una gran bola azul estrellada y de la que irradian rayos dorados. Las naves laterales semejan desfiladeros. Y me encontraba solo, y rodeado de majestad, como bajo el manto de la Historia.

Vagando fui a dar a la sala de los Reyes. Los de Portugal figuran en estatuas, a lo largo de sus paredes. En el centro, un papa y un obispo coronan a Alfonso Henriques, el fundador de la Monarquía, arrodillado entre ellos. Hay en la sala un gran calderón, que el inevitable guardián-cicerone, que acudió al oír resonar en la soledad pasos, me dijo haber sido tomado a los castellanos en Aljubarrota. Me asomé a su brocal; estaba vacío.

De esta sala pasé al claustro de Don Dionís, hoy en restauración. Hermoso recinto, nobilísimo y melancólico. El agua de la fuente canta la soledad de la Historia entre las piedras mudas de recuerdos, y un pájaro cruza el pedazo de cielo limpio, de caída de otoño, cantando ¿quién sabe a qué? Las piedras se miran en la triste verdura del recinto.

Y luego pasé a ver el otro claustro, más vivido, más casero, el llamado del Cardenal, donde hoy hay un cuartel de artillería. Todo el antiguo convento de monjes bernardos me lo enseñó un sencillo campesino con uniforme de soldado de artillería. El pobre mozo sólo veía allí el cuartel, sin saber nada de monjes. «Aquí hacemos el ejercicio, aquí es el picadero, aquí…», etc. En la puerta de lo que fue antaño biblioteca, decía aquello de los proverbios:viam sapientiae mostrabo, «te enseñaré el camino de la sabiduría». Y me la enseñó un recluta portugués, pero estaba vacía, y no era camino, sino sala. Quería luego enseñarme, ¡claro es!, las piezas, los cañones.

Me volví a la iglesia, ahora con el guardián. Mostrome el altar en que se representa la muerte de San Bernardo, escena algo teatral, que parece de un gran nacimiento de cartón, de esos de Navidad, pero no sin su efecto. Un fraile pétreo llora eternamente, llevándose el blanco manto a los ojos, no sé si la muerte de su santo padre San Bernardo o la trágica historia de Inés de Castro. Porque enfrente de este altar cierra una pobrísima verja de madera la capilla en que descansan por fin los restos de la infortunada amante de Don Pedro I.

Me llevó el guardián ante los túmulos de Don Pedro, de Inés y de sus hijos, y le pedí que se fuera dejándome solo. En mi vida olvidaré esta visita. En aquella severísima sala, entre la grave nobleza de la blanca piedra desnuda, a la luz apagada y difusa de una mañana de otoño, las brumas de la leyenda embozáronme el corazón. Una paz henchida de soledades parece acostarse en aquel eterno descansadero. Allí reposan para siempre los dos amantes, juguetes que fueron del hado trágico. Como aves agoreras veníanme a la memoria los alados versos de Camões al contemplar el túmulo de la

mísera e mesquinha

que depois de ser morta foi rainha.

Porque el puro Amor

que os corações humanos tanto abriga.

Os Lusíadas, canto III, 118-119.


quiere, áspero y tirano, bañar sus aras en sangre humana.

Descansan en dos pétreos túmulos Pedro el duro, el cruel, el justiciero, el loco tal vez, y la linda Inés, y descansan de tal modo que si se incorporaran daríanse las caras y podrían otra vez más beberse uno al otro el amor en los ojos.

Seis alados angelillos guardan y sostienen la yacente estatua de Inés, y otros seis, la de Don Pedro; a los pies de ella duerme uno de los tres perrillos que hubo allí en otro tiempo, y a los pies de él, un gran lebrel, símbolo de la fidelidad. La tumba de él sostiénenla leones; la de ella, leones también, pero con cabezas de monjes. En las tablas del sepulcro de Inés, la pasionaria, esclava del amor, escenas de la Pasión de Cristo, del que perdonaba a la que mucho pecó por haber amado mucho; en la tabla cabecera, la Crucifixión, y en la de los pies el Juicio Final, en cuyo cielo hay una mujer. Las tablas del sepulcro de Don Pedro nos enseñan el martirio de San Bartolomé. Él, Don Pedro, con cara plácida con cabello y barbas a la asiria, sostiene su dura espada sobre su pecho.

Y pesa allí el aire de tragedia.

Allí está lo que queda de aquel Don Pedro I de Portugal, un loco con intervalos lúcidos de justicia y economía, como de él dijo Herculano; aquel hombre, para quien fue una manía apasionada la justicia, y que hacía de verdugo por su mano. Él, el adúltero, odiaba con odio singular a los adúlteros. ¿Sería el remordimiento? Allí descansa de sus justicias, de sus nemródicas cacerías; allí descansa, sobre todo, de sus amores. Allí descansa el tirano plebeyo, a quien adoró su pueblo.

Cuando volvía en barcos de Almada a Lisboa, la plebe lisbonense salía a recibirle con danzas y trebejos. Desembarcaba e iba al frente de la turba, danzando al son de trompetas, como un rey David. Tales locuras apasionábanle tanto como su cargo de juez. Ciertas noches, en el palacio, perseguíale el insomnio; levantábase, llamaba a los trompeteros, mandaba encender antorchas, y helo por las calles, danzando y atronando todo con los berridos de las trompetas. Las gentes, que dormían, salían con espanto a las ventanas a ver lo que era. Era el rey. ¡Muy bien, muy bien! ¡Qué placer verle tan alegre!

Oliveira Martins. História de Portugal. libro II, capítulo III.


¿No recordáis la historia trágica de sus amores con Inés, que Camões, más que otro poeta, ha eternizado? Allá hacia 1340 fue la linda Inés de Castro, la gallega, a Portugal como dama de la infanta Constanza, la mujer de Pedro, el hijo de Alfonso VI. Y fue la «mujer fatal», que diría Camilo. El hado trágico les hizo enamorarse; aquel amorch’a null amato amar perdona, como dijo el poeta de La Divina Comedia. Tuvieron frutos de los trágicos amores; intrigas de Corte y de plebe hicieron que el rey Alfonso mandara matar a su nuera, pues viudo de Constanza, Pedro casó luego en secreto con Inés, que fue apuñalada en Coimbra.

As filhas do Mondego a morte escura

longo tempo chorando memoraram,

e, por memória eterna, em fonte pura

as lágrimas choradas transformaram,

o nome lhe puseram, que inda dura

dos amores de Inês, que ali passaram.

Vede que fresca fonte rega as flores,

que lágrimas são a água e o nome Amores.

Os Lusíadas, canto III, 135


Y cuando luego fue rey Pedro, cuenta la leyenda que mandó desenterrar a Inés y coronarla reina, y habiéndose apoderado de sus matadores, los torturó bárbaramente, viendo desde su palacio, mientras comía, en Santarém, cómo los quemaban. Y esto podéis leerlo en el viejo y encantador cronista Fernán Lopes, que nos lo cuenta todo homéricamente, con una tan animada sencillez, que es un encanto.

Nos lo cuenta todo menos lo de la exhumación y coronamiento, que parece ser leyenda tardía, pero muy bella. Y en el fondo, de una altísima verdad trascendente.

Esa pobre Inés, que reinó después de morir… Y ¡de morir por haber amado con amor de fruto, con amor de vida! ¡Qué reino y qué reina!... Reina, sí, reina en el mundo de las trágicas leyendas, consuelo de la tragedia de la vida; reina con Iseo, la de Tristán; reina con Francesca, la de Paolo; reina con Isabel, la de Diego.

Miguel de Unamuno. Por tierras de Portugal y de España.

Según el escrito, el narrador

se acerca al destino en un carro que está para el arrastre.

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1852Q1011188 | Economia, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

Texto associado.
O país A tem abundância de mão de obra, e o país B tem abundância de capital. A produção do bem X é mais intensiva em mão de obra, enquanto a produção do bem Y é mais intensiva em capital.

Considerando a situação hipotética apresentada e as teorias neoclássicas do comércio internacional, que aperfeiçoaram a análise proposta pela teoria clássica, incluindo a possibilidade de incorporar múltiplos fatores de produção, julgue o item seguinte.

Um resultado da aplicação do modelo de Hecksher-Ohlin, atendidos todos os seus pressupostos, é que o comércio exterior tende a aumentar a remuneração da mão de obra no país A.

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1853Q1011191 | Economia, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

A respeito de regimes cambiais, julgue o próximo item.
No regime de bandas cambiais, quando a taxa de câmbio se aproxima do limite de desvalorização da moeda nacional, a autoridade monetária deve ingressar no mercado, comprando divisas.
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1854Q1011194 | Economia, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

Acerca da transição da economia cafeeira para a economia industrial no Brasil, julgue o item que se segue.

Uma das consequências da Primeira Guerra Mundial foi o avanço da indústria brasileira de processamento de alimentos, por causa da redução da oferta externa desses produtos.

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1855Q1011196 | Economia, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

Em relação ao modelo de industrialização por substituição de importações (ISI) no Brasil, julgue o item seguinte.

O protecionismo que caracterizou o modelo de ISI foi favorável à competitividade da indústria nascente, pois incentivou a abertura de muitas empresas em cada setor.

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1857Q1011222 | Direito Constitucional, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

A Constituição Federal de 1988 prevê como princípio que rege República Federativa do Brasil em suas relações internacionais

a não concessão de extradição a estrangeiro por crime político ou de opinião.

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1858Q1024088 | Inglês, Interpretação de Texto Reading Comprehension, tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2024

Texto associado.
Text I


Despite the tricky and life-threatening relationship between Paleolithic humans and the megafauna that comprised so much of their environment, twentieth-century scholars tended to claim cave art as evidence of an unalloyed triumph for our species. It was a “great spiritual symbol,” of a time when “man had just emerged from a purely zoological existence, when instead of being dominated by animals, he began to dominate them.” But the child-like and highly stylized stick figures found in caves do not radiate triumph. By the standards of our own time, they are excessively self-effacing and, compared to the animals portrayed around them, pathetically weak.

While twentieth-century archeologists tended to solemnize prehistoric art as “magico-religious” or “shamanic,” today’s more secular viewers sometimes detect a vein of sheer silliness. India’s Mesolithic rock art portrays few human stick figures; those that are portrayed have been described by modern viewers as “comical,” “animalized” and “grotesque.” As Judith Thurman wrote about the artists, “despite their penchant for naturalism, rarely did they choose to depict human beings, and then did so with a crudeness that smacks of mockery.”

But who are they mocking, other than themselves and, by extension, their distant descendants, ourselves? Of course, our reactions to Paleolithic art may bear no connection to the intentions or feelings of the artists. Yet there are reasons to believe that Paleolithic people had a sense of humor not all that dissimilar from our own.


Barbara Ehrenreich. The Humanoid Stain. Later on. Internet: (adapted).

Based on text I, judge whether the following statements are right (C) or wrong (E).

The author concludes that cave artists depicted humans as weak to show the preponderance megafauna had in those days.

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1859Q1011076 | Conhecimentos Gerais, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

A sociedade brasileira passou por mudanças significativas ao longo do século passado. A respeito de aspectos sociais e culturais desse período, julgue o item a seguir.

O baião, popularizado nos anos 1950 por artistas como Luiz Gonzaga e Humberto Teixeira, traduziu musicalmente o êxodo nordestino, desafiou hierarquias culturais centradas no Sudeste e ressignificou tradições populares em contexto de industrialização, conformando-se como metáfora sonora do Brasil em transição.

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1860Q1011087 | Geografia, Migrações, Manhã e Tarde, Instituto Rio Branco, CESPE CEBRASPE, 2025

No que se refere aos movimentos migratórios nacionais e internacionais e à formação e à estrutura dos blocos econômicos internacionais, julgue item subsequente.

O deslocamento diário de pessoas para cidades vizinhas em busca de formação acadêmica, sem fixação de residência permanente no local de destino, é denominado migração pendular.

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